miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capitulo 28

La carrera terminó y Mackenzie rapidamente descendió de la motocicleta. Mientras la multitud la ovacionaba, ella se giró bruscamente hacia Kerry y se quitó el casco.
- Da nauseas lo sucia que eres en la pista - Dijo.
Escupiendo estas palabras, se dio media vuelta y comenzó a alejarse dejando atrás a las personas que aun seguían asombrados por su actuación. Kerry solo la miró por un segundo antes de bajarse ella también. 
En su mundo, las personas arreglaban los conflictos de esa forma: La ley del mas fuerte.
Todo pasó en apenas escasos segundos. 
Kerry caminó hacia Brittany y le arrebató la navaja. El alboroto era tal que entre tanta gente, nadie lo notó. Sin vacilar, comenzó a caminar en dirección hacia Mackenzie sosteniendo bajo sus dedos la cuchilla.
Ella no lo dejaría así, debía hacerse respetar y no le importaba si un poco de sangre caía sobre el barniz de sus uñas. La odiaba, y mas aun ahora que se creía con el derecho de adueñarse de algo que no es suyo, de Tony. Él la había elegido a Kerry desde un principio, pero su actitud había cambiado y sabía que era culp de Mackenzie. Debía pagar.

Estaba justo detrás suyo, dispuesta a hacerlo cuando sintió un fuerte agarre en la muñeca que la hizo gemir y soltar la navaja que empuñaba. 
- No te atrevas a ponerle un dedo encima – soltó Tony mirando la con ira. 
Junto a él se habían acercado Gwen y Joshua. Mackenzie solo siguió su camino.
- Y no vuelvas a amenazar a mi novia – espetó Joshua casi tan enfadado como Tony que la estaba soltando – ni a Mackenzie. Aléjate de ellas. ¿Oíste?
- ¡Hey, tiene razón! - La voz provenía del tumulto alrededor. El joven del megáfono volvió a decir – La chica es ahora de las nuestras.
Kerry se quedó allí, sintiéndose totalmente humillada.
Mackenzie al oir esto se estremeció pero no dejó de caminar.
- Oye, lo sabía. Sabía que te tenía de algún lado – dijo un muchacho alcanzándola y luego poniendo en su camino para que no avanzara.
Era Tyler, el chico que ella y Tony habían conocido en la tienda de repuestos hacía unas semanas. – Solo que eres mas grande ahora. ¡Estuviste fabulosa!
-Alejate – dijo Tony sacándolo del camino. Mackenzie comenzó a caminar nuevamente. - ¿Qué diablos estabas pensando?
-Callate – respondió ella. Tony la siguió.
-Te pudiste haber matado, por dios! Y nunca me habías dicho que manejabas así.
-OH, vaya, mira quien habla sobre ocultar información.
-Si no te lo dije fue justamente porque es peligroso este lugar.
-¡Me mentiste!- Exclamó dejando de caminar y mirándolo a los ojos – dijiste que saldrían con tu madre y… OH dios, ahora suena tan estúpido ¿Cómo no pude darme cuenta?
-Lo lamento, no quise exponerte a esto. Sabía que no me dejarías venir solo.
-No, tu sabes que si no me lo dijiste fue porque no querías que nadie se enterara de lo nuestro, admítelo. Lo venías haciendo todo este tiempo, y yo aguanté pero ahora…
-¿De qué hablas? No se si habrás notado, pero acabo de hacer oficial que tu y yo estamos juntos hace un rato allí atrás. Mackenzie en serio me preocupe por ti, y se que actué como un imbecil todo este tiempo creyendo que si lo ocultaba iba a ser todo mas sencillo. Me equivoque pero no me importa ya, solo tu eres importante para mi.
Mackenzie se quedó mirándolo un instante.
-¿Qué quieres de mi?
Ahí estaba nuevamente ella cediendo. Tony sonrió.
-Conocer tu lugar favorito.

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