Capítulo 32

- ¿Hablas del campamento Rinier’s?
- Si. Y estas notas – la muchacha sacó de su bolso todas las notas del chico X de Mackenzie y se las mostró a Tony. Él las tomó y las leyó. Luego se tomó con ambas manos la cabeza. – Lo descubrí hace meses cuando vi tu letra, pero no dije nada porque sabía que ustedes dos estarían juntos tarde o temprano. Me pareció divertido y romántico. Lo absurdo es que no se hayan reconocido.
- No lo puedo creer – dijo Tony negando.
- Tu la lastimaste nuevamente Tony.- dijo Gwen volviendo a ponerse seria.
- Sabes muy bien lo que siento por ella. Cuando hice esa apuesta aun no la había conocido bien.
- Lo dices como si eso te justificara. Jugar con los sentimientos de cualquiera esta mal.
- Lo se. Fui un idiota, pero cambié, cambié por ella. Yo…
- Esta bien Tony. Ahora ves que irte del Instituto no cambiará nada. No puedes irte de su vida porque no es solo un perdón lo que necesitamos.
- ¿Qué haremos? –preguntó Tony con los ojos vidriosos.
- Debemos ir a hablar con ella a la fuerza, pase lo que pase e insistirle. – dijo Joshua
En ese momento sonó el celular de Gwen. Cuando atendió el ruido del otro lado se hizo espeso. Detrás, se podía oír una voz muy despacio.
- Espera, no escucho nada. Lo pondré en altavoz. Listo, ¿Sara?- Tony y Joshua la miraron con el ceño fruncido. Esta vez si se pudo distinguir la voz entre el ruido.
- Hola Gwen, lo siento es que estoy en plena ciudad y hay mucho alboroto.
- No hay problema, ahí te escucho ¿Paso algo?
- No, yo solo… Quería que le dijeras a Mackee que me conteste las llamadas porque estaba haciendo unos tramites pero olvide datos y necesitaba que me ayudara… - Tony al escuchar esto bajo la cabeza
- Mac tampoco contesta mis llamadas, lo lamento. – se excusó Gwen.
- Espera, ¿Acaso no estás en casa? 
- Emm.. no. ¿Debería estarlo?
- Si, tu amiga me ha dicho que irían hoy a visitarla.
- ¿Una amiga? – Gwen miró confundida a Joshua y luego a Tony y negó con la cabeza.
- Me pareció buena idea y como supe que ella no les abriría le entregué la llave…
- Espera - la pelirroja respiro hondo – Sara, tu le diste la llave de tu casa a alguien que dijo ser amiga de Mackenzie… - Tony se puso de pie de inmediato pero Gwen hizo una señal de que parara - ¿Cómo era esa muchacha?
- Era… rubia y vestía de negro, eso me llamo un poco la atención. Parecía pandillera o motoquera, no lo se.
- Oh dios es Kerry - dijo Gwen llevándose la mano a la boca
- Mierda – gritó Tony y salió rápidamente de la casa. Gwen también se puso de pie y junto a Joshua corrieron hacia la motocicleta. La montaron y ambos vehículos se dirigieron al hogar de Mackenzie. 
Ya había caído la noche. Tony llegó antes ya que había manejado a mayor velocidad. Entró a la casa luego de darse cuenta de que estaba sin llave y fue escaleras arriba. Cuando Gwen y Joshua llegaron se dirigieron a la cocina, a la sala, hasta al baño pero no había nadie. Tony apareció en las escalera y negó con la cabeza.
- Me fijé en todas las habitaciones y no está. Juro que si Kerry le hizo algo la mataré- dijo con nerviosismo y furia.
- No creo que la haya lastimado. Kerry no es tonta.- dijo Joshua.
Tony tomó su móvil y marcó.
- ¿Qué hiciste?
- Hola Tony, como estas? Yo muy bien, gracias por preguntar – dijo irónica.
- ¿Qué mierda le hiciste a Mackenzie?
- OH vaya. No le he hecho nada, solo hemos… hablado.
- Hablar… si claro. ¿Dónde esta?
- ¿Y como quieres que sepa? OH, ¿no me digas que gracias a mi dejó ese cuarto sucio? 
Gwen pareció acordarse de algo y corrió hacia la cocina.
- Maldita perra dime donde está.
- Ya basta. Todos sabemos que Mackenzie esta mal de la cabeza, cuando me fui o sea hace unas cuantas horas ella estaba en su cuarto contento?
- No te creo, dime la verdad ¿Qué le has dicho para… 
- Tiene razón. – lo interrumpió nerviosa Gwen - Fui al garaje y la motocicleta no estaba. Tony ella se fue, esta sola conduciendo allí afuera.
Tony cortó la comunicación con Kerry y se encaminó hacia fuera atontado por la preocupación. Si él se montaba en su moto, como planeaba hacerlo, ¿sería útil? Eso ya no importaba, debía ir a buscarla aunque no tuviera la más pálida idea de donde se había marchado. El teléfono de la sala cortó tajante el silencio que se había instalado en ese momento. Gwen contestó.
- ¿Aló?
- Gwen, me han llamado.…– Sara apenas podía hablar, con un nudo de angustia en la garganta y en shock dijo – Mackenzie ha perdido el control de la motocicleta – Gwen sostuvo el tubo del teléfono presionado en su oído derecho casi paralizada. Siguió escuchando y finalmente decidió mirar hacia Tony, que la observaba desde afuera, bajo la luz de la luna, con su rostro golpeado a causa de lo obvio. Él sabía lo que había pasado.