jueves, 16 de diciembre de 2010

Capitulo 6

Al día siguiente, las amigas se juntaron por la tarde a tomar un frappuccino. Tomaron el autobús y se sentaron juntas. Mackenzie observó a Gwen que cada vez lucía mas impaciente mientras revisaba su bolso.
- ¿Qué te sucede? – preguntó con seriedad Mackenzie.
- Vas a matarme. He perdido los cupones.- confesó Gwen - Yo… también me falta mi pulsera, la tenía por aquí hace unos días. 
- ¿Las tenías por allí hace unos días y nos has revisado hoy al salir? ¡Gwen! – protestó Mackenzie.
- Lo lógico sería que estén aquí ¿no? – preguntó Gwen a su amiga que la estaba mirando seria. – Diablos – exclamó recordando algo – Yo se donde están ¿Podríamos ir por ellos? 
- Gwen estamos viajando – dijo Mackenzie.
- Si pero, dos paradas mas y estamos bien para buscarlas.
- ¿En dos paradas? ¿Cómo sabes que están allí?
- No hay tiempo, ven!
Una vez abajo del autobús, Gwen se encamino rápidamente sin decir una sola palabra a Mackenzie que la siguió confundida.
Llegaron a un playón a una cuadra de la avenida de donde habían venido. Había un grupo de chicos con sus motocicletas, nadie conocido. Cuando Mackenzie cayó en la cuenta de donde estaba se paró en seco y sujeto a su amiga del brazo.
- ¿Donde diablos me has traído? – preguntó histérica.
- Calmate ¿Quieres? Es solo una reunion, debo encontrar al muchacho de la otra noche. Creo que el me sacó mis cosas.
- ¿Cómo que crees, no te diste cuenta? – Mackenzie estaba mas nerviosa que antes.
- Lo lamento, tenia que recuperarlas y si te decía desde antes no me hubieses acompañado. Me las quitó mientras hablábamos y no fue hasta el viernes que escuche a Zack y Will hablar de hoy. 
- Solo ve y búscalo, irás sola. 
- Claro , espérame.
Gwen se alejó y Mackenzie trató de alejarse de la vista de esas personas que la hacían sentir tan nerviosa. La muchacha llevaba el pelo suelto y se había vestido para una tarde con su amiga. Lucía bien y eso no lo tardaron en notar algunos de los motoqueros que estaban en el lugar. Todos eran jóvenes, incluso llegó a distinguir a varios ex alumnos de su instituto. Ahora no todos eran extraños.
Escuchó un silbido del grupo y rodó los ojos rogando porque Gwen se apurara. 
Su amiga ya había dado con el chico que le había robado sus cosas. Aquel muchacho que la había parado la noche del partido. Joshua, así se llamaba o al menos eso había dicho él. 
- Sabía que te vería – dijo él sonriendo – Aunque no esperaba que fuera aquí.
- Devuélveme las cosas que me has quitado
- Esta bien, pero… antes dime tu nombre – exigió él.
- ¿Haz hecho esto solo para saber mi nombre y verme de nuevo? – preguntó entre risas la pelirroja.
- No sabía que eras así de creída.
- No sabes nada de mi. Eso es dulce de todos modos, pero dámelas en serio. Mi amiga no puede estar mucho tiempo aquí, es algo serio.
- Toma – dijo Joshua tendiéndole la pulsera y unos papeles – Pensé que podríamos salir un día de estos ¿no?
A Gwen le gustaba, era un muchacho muy atractivo pero ese pensamiento se cortó de inmediato.
- Lo lamento. Estoy enamorada hace años de un profesor de mi escuela. Es algo complicado de olvidar ¿Sabes? Tu – dijo con intención de cambiar de tema – no te imaginas que importante eran estos papeles. Son cartas de una amiga, si ella llega a saber que las perdí me matará.
- Demasiada información. – solo dijo él un poco desilusionado. 
- Me llamo Gwen. Quizás algún día, cuando me resigne…
- Te tomo la palabra – dijo él sonriendo.

Mientras tanto Mackenzie se impacientaba aun más. Tres muchachos que estaban cerca de ella se acercaron cuando notaron su presencia. La empezaron a intimidar pero Mackenzie no se inmutó, solo el viento hacia que su cabello flameara libre. La acorralaron , pero ella siguió sin mirarlos cuando sintió una voz masculina que no pertenecía a ninguno de esos tres.
- Lárguense de aquí - exclamó Tony a los muchachos y estos se fueron a regañadientes. Mackenzie los miró irse sorprendida. Le temían, lo respetaban, pero ¿Quién se creía este tipo? De cualquier forma, se sentía agradecida.
- Veo que no aguantabas hasta el lunes para volver a verme – dijo Tony soberbiamente, Mackenzie no lo miró, pusó su mirada en Gwen que venía a lo lejos sonriendo tontamente.
- ¿Sabes que es peligroso que vengas a estos lugares? De todas formas se aprecia que hayas venido por mi. – la miró por completo y esto a ella la inquietó. – Eres …
- No vengo por ti, es por alguien más pero ya me marcho. 
- ¿Qué?
Gwen se acercó a ambos pero Mackenzie comenzó a irse. Gwen se encogió de hombros y saludo ligeramente a Tony. Ambas se marcharon. Tony quedó con las palabras en su boca. Se sintió mal. Algo desde el día anterior lo tenía molestando. Algo que él había hecho y de lo que se estaba arrepintiendo.

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